Los trajes de baño están hechos de unos tejidos especiales y fibras preparadas para exponerlos a los diversos agentes del verano, ya sea el sol, la salina de la playa, el cloro de las piscinas, los bronceadores y cremas, etc, pero aun así, es conveniente seguir unos cuidados especiales para estas prendas que nos permitan, no sólo que nos duren más, sino que se mantengan igual de bonitas durante el mayor tiempo posible. Por eso, queremos daros unos trucos para que conservéis los tejidos y colores de vuestros trajes de baño estupendos, al menos durante todo el verano.
USO
A la hora de utilizar tu traje de baño, aunque lo ideal es que te relajes y disfrutes de tu jornada al máximo sin preocuparte de nada, hay un par de pautas muy sencillas que sería genial que recordarás para el cuidado de la prenda. Es tan fácil como intentar no marchar el bañador con productos bronceadores o similares, recuerda no sentarte en superficies ásperas que rompen fácilmente estos tejidos y jamás planches tu traje de baño.
LAVADO
Aunque te parezca laborioso, lo mejor es que laves siempre el bañador a mano, con agua fría o templada que no supere los 30 grados. El agua caliente daña los tejidos y destiñe las prendas. Procura utilizar algún jabón neutro y evita los suavizantes que terminan dañando la lycra.
Es importante que laves tu traje de baño en cuando vuelvas a casa de la playa o piscina para remover el cloro o la sal lo antes posible. Sécalo a la sombra y no lo exprimas para eliminar el exceso de agua porque así deformarás su estructura.
GUARDADO
No lo guardes hasta que no esté perfectamente seco, si lo almacenas húmedo puede coger olores. Guárdalo por separado o en el estuche especial que te dan al comprarlo y así evitas su roce con otras prendas que tengas broches o enganches que puedan romperlo.

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